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Carlos Marx y la civilización china


Seguir la actualidad, correr tras el viento.
Pensar la actualidad, caminar a contracorriente.

 

Después de graduarse, Marx fue profesor universitario durante unos pocos meses y luego se empleará como periodista, una actividad que ejercerá a lo largo de los años. Fundó revistas y escribió muchos artículos políticos y económicos para diarios de Alemania y Austria. En el exilio londinense, la etapa final de su vida (1849/1883), fue corresponsal del diario estadunidense New York Daily Tribune durante once años (1851/1862) [1]. En este mismo medio escribía Federico Engels [2], su entrañable amigo, y algunos artículos los firmaron juntos, siendo reimpresos en varios periódicos europeos. Trabajos intelectuales que le permitieron obtener pequeños ingresos económicos que paliaban la pobreza y las enfermedades que la acompañan. La mayoría no tuvieron rigurosidad intelectual y algunos fueron francamente desafortunados en el contenido y las predicciones [3].

Entre el 14 de junio de 1853 y el 14 de febrero de 1860, Marx envió al periódico neoyorquino 17 artículos sobre diversos aspectos de China, como las intervenciones del imperio inglés, el comercio y la guerra del opio (1839/1860) [4].

De ellos puede deducirse una visión un tanto ingenua de la civilización china, equidistante de la opinión más objetiva de filósofos eminentes y de la sesgada de otros intelectuales y de la claque política europea de la época. Marx profesó la creencia, que compartía Engels, de una China semi-bárbara, estancada y alejada del dinamismo del progreso, asaltada en su buena fe por traficantes europeos y estadunidenses. Se confundía la decadente dinastía manchú de los Qing (1644/1911) con el legado de la brillante civilización del Celeste Imperio, cuya historia milenaria al parecer desconocía y cayó en la trampa del eurocentrismo [5]. Escribía Marx en 1858:

«Mientras que el semi-bárbaro actuaba según el principio de la moralidad, el civilizado le oponía el principio del interés particular. Un imperio gigante que contiene casi un tercio de la raza humana, que vegeta en las fauces del tiempo, aislado por la exclusión forzada de las relaciones generales, y que se la ingenia para engañarse a sí mismo con delirios de perfección Celestial – tal imperio deberá finalmente ser superado por el destino en un duelo mortal, donde el representante del mundo anticuado aparece impulsado por motivos éticos, mientras que el representante de la abrumadora sociedad moderna lucha por el privilegio de comprar en los mercados más baratos y vender en los más caros – esto, de hecho, es una especie de pareado trágico más extraño de lo que cualquier poeta se hubiera atrevido a imaginar.» (¿Opio o negocio?, 20 de septiembre de 1858).

Marx y Engels estaban convencidos que la revolución estallaría en Europa y en la lejana China de manera simultánea, pues como dice Marx en la introducción al primer artículo enviado al Daily Tribune «los extremos se tocan». La penetración del capitalismo por vías coloniales al mundo asiático era un paso adelante dado que

«produjo la más grande y, para hablar francamente, la única revolución social que haya jamás tenido lugar en Asia. […] Todos estos agentes disolventes que actuaban juntos sobre las finanzas, la moral, la industria y la estructura política de China, alcanzaron su máximo desarrollo en 1840, bajo los cañones ingleses que abatieron la autoridad del emperador y obligaron al Celeste Imperio a entrar en contacto con el mudo terrenal. El aislamiento total era la condición fundamental para la preservación de la antigua China.» (La revolución en China y en Europa, 14 de junio de 1853).

En otra columna dirá que «por penoso que sea para nuestros sentimientos personales el espectáculo de un viejo mundo que se derrumba», y como le escribirá años más tarde a Engels «la verdadera tarea de la sociedad burguesa es la creación del mercado mundial, o cuando menos de su marco general, y de la producción basada en el mercado. Puesto que la Tierra es redonda, me parece que la colonización de California y Australia y la apertura de China y Japón parecen haber completado ese proceso.» (Carta de Marx a Engels, 8 de octubre de 1858).

La guerra del opio y la apertura a cañonazos de los puertos al libre comercio, que Marx las llamó con su ironía habitual “guerras civilizadoras” (Another civilization war, 10 de octubre de 1859), produjeron dos efectos en «la resistencia moral del chino»: la desmoralización y la corrupción.

«La corrupción que devoró el corazón de la burocracia Celestial y destruyó el baluarte de la Constitución Patriarcal, se introdujo de contrabando en el Imperio, junto con los barriles de opio, desde los barcos comerciales ingleses anclados en Whampoa.» (Comercio libre y monopolio, 25 de septiembre de 1858).

El origen de la guerra del opio, como casi todas las guerras, fue económico: el desequilibrio de la balanza de pagos favorable a China y la prohibición de la importación de opio (1829), negocio que rentaba hasta un 400%. Guerra que se extendió por veinte años y originó lo que la historiografía china llama “El siglo de las humillaciones” y la imposición de “Los tratados desiguales” por los cuales las potencias occidentales, incluida Rusia, establecieron a lo largo de toda la costa enclaves coloniales. La lógica del capitalismo, como toda lógica, es de hierro: entre 1801/1820, las importaciones de opio ascendían a 5.000 barriles por año [6]; después de la guerra debieron superar los 60.000 barriles, a un costo de más de 15 millones de civiles chinos muertos, el caos económico y social del país sólo superado un siglo más tarde [7].

Opinión de filósofos y literatos europeos

Tres citas referidas a la civilización China de tres prominentes intelectuales europeos anteriores a Carlos Marx que ya ponían en entredicho la idea del eurocentrismo y que por su concisión es superfluo comentarlos:

«En vista de lo mucho que ha avanzado la corrupción de las leyes morales, casi creo necesario que nos enviaran misioneros chinos que pudieran enseñarnos los propósitos y la práctica de la teología natural.» G. W. Leibniz, 1697 [8].

» […] pero esto no impide que los chinos, hace cuatro mil años, cuando nosotros no sabíamos ni leer, conocían todas las cosas eminentemente útiles de las que nos enorgullecemos hoy.» Voltaire, 1764 [9].

«Gracias a esta extrema moderación en todo, el Imperio Chino ha sobrevivido durante milenios y resistirá mucho tiempo más.» Johann W. von Goethe, 1827 [10].

Opinión de los políticos

Dos citas, una de un estadista de extrema derecha y otra de un dirigente representativo del llamado “socialismo real”:

Cuando la guerra de los boxers, al partir hacia China en 1900 las tropas alemanas, el káiser Guillermo II les arengó con emoción contenida: «Pekín deberá quedar arrasada hasta los cimientos. Es la lucha de Asia contra toda Europa, a la que vosotros vais a proteger contra el peligro amarillo. Nada de gracia, nada de prisioneros»; de tal manera, prosiguió, «que el nombre de Alemania tenga en la China tal fama que ningún chino vuelva a mirar desdeñosamente a un alemán.» La insurrección de los boxers fue un levantamiento campesino contra los misioneros cristianos occidentales hacia finales del siglo XIX. El asedio a las embajadas extranjeras en Pekín en ese año fue el pretexto para el envío de una fuerza punitiva de 45.000 soldados procedentes de Alemania, Austria, EEUU, Francia, Inglaterra, Italia, Japón y Rusia, bajo el mando supremo del conde alemán Alfred von Waldersee [11].

Por razones históricas de las agresiones de Rusia a China, Rusia ha tenido una vecindad conflictiva y una prevención permanente con China, que no se superó ni en la época de Stalin como lo esperaba Mao. Kruschev solía referirse a China como “el peligro amarillo”, según cuenta el canciller de la República Federal Alemana K. Adenauer que visitó a la Unión Soviética en septiembre de 1955. Kruschev en sus memorias relata: «Recuerdo que cuando volví de China en 1954, les dije a mis camaradas: “El conflicto con la China es inevitable.” Llegué a esta conclusión sobre la base de diversas observaciones que Mao había hecho. [12

El modo de producción asiático

Durante la década de los años treinta del siglo pasado se discutió en la Unión Soviética y en Europa sobre el llamado modo de producción asiático, una idea esbozada por Marx y cuyo origen puede rastrearse desde la Grecia clásica. Definido como un Estado o formación social donde «no existe propiedad privada ni lucha de clases. Existía un colectivismo y se presentaba una sociedad estática, inmutable, con un sistema de propiedad pública de la tierra, donde el señor era dueño de todo y ejercía su poder despótico sobre la población. [13]» Discusión surgida a raíz de la publicación en alemán en 1932 del texto de Marx Formaciones económicas pre-capitalistas escrito en 1857. Marx se refiere al modo de producción asiático de manera muy superficial y casi sin referirse a China y en El capital lo llama despotismo asiático y lo compara con el despotismo capitalista [14].

El problema de la evolución histórica pre-capitalista lo aborda poco después en el Prefacio al libro Contribución a la crítica de la economía política (1859) donde sugiere:

«Esbozados a grandes rasgos, los modos de producción asiáticos, antiguos, feudales y burgueses modernos pueden ser designados como otras tantas épocas progresivas de la formación social económica. [15

Según Eric Hobsbawm, uno de los editores modernos de estos cuadernos, es «una breve lista, no fundamentada ni explicada de las formaciones socio-económicas», formaciones, añade, que no son lineales y donde se dan mezclas y coexistencias simultáneas [16].

Para el francés Étienne Balibar la periodización es el «primer problema de la teoría de la historia» y el concepto “modo de producción” lo utiliza Marx como «el objeto teórico» de sus análisis económicos, o por lo menos de El capital, su obra fundamental que analiza el modo de producción capitalista [17]. Hay otra afirmación de suma importancia para Marx asociada al concepto de periodización: «El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de vida social, política e intelectual en general. No es la conciencia de los hombres la que determina la realidad; por el contrario, la realidad social es la que determina su conciencia. [18

La idea “modo de producción asiático” fue formulada por Marx en la etapa de su madurez intelectual y sobre la cual no se refirió ya más. La razón puede estar en la carta del mismo año 1858 a Ferdinand Lasalle donde le dice que estos apuntes son «monografías escritas en muy diversos períodos, para mi propio esclarecimiento y no para la publicación [19].» Es posible que Marx tuviese en la imaginación más a la India y Persia que a China en el momento de pensar el concepto de producción asiático.

Desde la misma década de 1930 se omitió la mención a este modo de producción en las obras teóricas de Stalin y Mao y, por consiguiente, en los documentos de los partidos comunistas; no así para los intelectuales marxistas cuya discusión prolífica en seminarios, ensayos y libros persiste hasta el día de hoy [20]. Una reunión de académicos soviéticos orientalistas realizada en 1931, en el mejor lenguaje de la escolástica medieval la calificó de «objetivamente inexacta y políticamente dañina». La Internacional Comunista, presidida por Stalin, negó la existencia del modo de producción asiático y en esta postura, sin lugar a dudas, pesó el hecho que los principales contradictores de Stalin, como L. Trotsky, J. Plejanov, D. Riazanov, para sólo citar a los más prominentes teóricos, eran partidarios de este concepto. La tesis de la IC fue adoptada en 1928 por el VI congreso del partido comunista chino; pero a partir de 1935, al ascender Mao a la jefatura, el partido chino se alejó para siempre de la política de la IC. La segunda traducción de la Contribución a la crítica de la economía política se hizo al chino y su publicación entre los años 1962 y 1978.

El modo de producción asiático debería definirse realmente como el régimen de producción donde el Estado emplea de manera masiva en la construcción de grandes obras de infraestructura mano de obra forzada suministrada por los clanes o comunidades rurales sin ninguna retribución. Un modo de producción que sólo podía darse en Estados como China, pues se requieren un gran tamaño poblacional, una sociedad poseedora de una cultura colectivista, una base estable y consolidada del régimen estatal y un nivel de conocimiento en ingeniería de obras civiles avanzado y público. Una cultura colectivista facilita las relaciones comunales de producción y el trabajo colectivo. Como lo han demostrado los historiadores de la ciencia, así fue como se pudo construir el Gran Canal Imperial y otros canales menores, la Gran Muralla, la canalización de los grandes ríos y los cinco Camino Imperiales que unieron a todo el reino, para sólo señalar las obras de infraestructura que han trascendido el paso del tiempo [21].

El antiguo imperio egipcio y los reinos asirio-babilónicos utilizaron mano de obra esclava obtenida en las guerras y no deberían ser considerados como regímenes del modo de producción asiático. Sí lo serían los imperios incaico y azteca [22] y el régimen Khmer en Camboya, donde la mano de obra fue utilizada como servicios personales, o en su defecto, tributos en especie. Pero conviene señalar que los dos primeros eran Estados de muy reciente formación cuando fueron destruidos por las invasión española. El régimen Khmer construyó (s. IX/XII) lo que hoy se conoce como la ciudad sagrada de Angkor y en la ejecución de estas obras agotó los recursos económicos del país y desintegró el Estado. Durante tres siglos levantaron en piedra arenisca y adobes de ladrillo 400 recintos religiosos destinados unos al rito budista del hinayāna, otros al culto de las deidades Siva y Vishnú de la trinidad brahmánica; y los más, como recintos mortuorios – las monumentales estupas de los reyes de la dinastía Khmer [23].

La realidad histórica es tozuda y se resiste a toda periodización abstracta. A contra pelo de haberse considerado «el modo producción asiático como la más primitiva de las formaciones socio-económicas» [24], en 1958 se crearon en China las comunas populares en el campo que laboraron la tierra comunitariamente y realizaron grandes obras de canalización de aguas y otras obras civiles durante cinco años. Y finalmente, en 1970 se movilizó durante tres años a más de un millón de intelectuales, obreros y campesinos de 13 condados para el mantenimiento y reparación del Gran Canal Imperial. Eran los tiempos de la Revolución Cultural y es posible que fuese una de las últimas de las grandes movilizaciones de este modo de producción.

El origen de la tradición china de obras civiles gigantescas es tan antiguo que la historiografía le ha señalado un origen mítico. Uno de los antiguos textos sobre el manejo de las aguas, El libro de Chuang-tzu (c. -300) – el segundo libro más venerado del taoísmo, evoca a Yü, el mítico primer emperador de la dinastía Hsia, que gobernó hacia el año -2205:

«Mo-tzu dice exponiendo su doctrina que antiguamente Yü detuvo las aguas y abrió los ríos para dar paso a las aguas desbordadas y comunicó las tierras de los cuatro puntos cardinales, así las de los bárbaros como las de las nueve provincias. Encausó trescientos ríos de renombre y tres mil afluentes, además de un sin número de ríos pequeños. El mismo Yü tomaba la espuerta y la pala. Así logró comunicar entre sí los ríos del Imperio.» (III, 33, 4) [25].

Otro documento importante es el Tratado de ríos y canales que forma parte de los Anales de los Han (Qián Hànshû). Los Anales fueron terminados en el año 111, y cubre la historia la dinastía Han del Oeste (del año -206 al +25), comenzados por Ban Biao, continuados por su hijo mayor Gu y terminados por su hermana menor Zhao; están divididos en cuatro partes y 100 capítulos: 12 de anales, 8 de tablas cronológicas, 10 de tratados y 70 de biografías. El Tratado de ríos y canales corresponde al capítulo 29 de la tercera parte. A partir de la dinastía Tang, el diseño y ejecución de las obras hidráulicas correspondía al ministerio de obras públicas [26].

Para Joseph Needham, el gran historiador de la ciencia y la técnica chinas, el origen de esta tradición es la siguiente:

«La necesidad del riego estriba en las características geográficas y geotectónicas del país. La importancia de los canales de riego para la agricultura intensiva, la contención del agua para impedir inundaciones y el transporte por canales a la Corte Imperial de los tributos recaudados en las provincias, llevó a establecer una verdadera tradición de grandes obras públicas que está hoy en China absolutamente viva como lo estuvo en las dinastías Han, Qin o Tang.» (Apartado La tradición hidráulica y las obras públicas, capítulo El pasado de China en su presente) [27a].

Lo que dice hoy la historia de la ciencia

Hoy la historia de la ciencia suministra un balance que podría considerarse completo sobre los aportes científicos de la civilización china al conocimiento universal.

Una de las obras al respecto, calificada por los especialistas occidentales de monumental, son los estudios de Joseph Needham (1900/1995). Needham, bioquímico inglés, fue uno de los más grandes especialistas en ciencia, técnica y tecnología de China clásica y de Asia antigua. Durante su vida vivió y visitó en varias oportunidades China donde era conocido como Li Yuese. Fue el autor de Science and Civilization in China, con la colaboración de Wang Ling y otros especialistas chinos; comprende siete volúmenes en 24 partes, publicado por Cambridge University Press, Inglaterra, entre los años 1954 y 2004 [27b]. Abarca las siguientes materias:

Volumen 1: Orientaciones introductorias (1954).
Volumen 2: Historia del pensamiento científico (1956).
Volumen 3: Matemáticas y las ciencias de los cielos y la tierra (1959).
Volumen 4: Física y tecnología física, parte I: Física (1962); parte II: Ingeniería mecánica (1965); parte III: Ingeniería civil y náutica (1971).
Volumen 5: Química y tecnología química, en 13 partes (1985/1999).
Volumen 6: Biología y tecnología biológica, en seis partes (1986/2000).
Volumen 7: Las bases sociales, en dos partes (1998/2004)

El gran ensayista George Steiner sostiene que la única obra intelectual comparable – en sus implicaciones y alcances en el mundo de las ideas – a la novela En búsqueda del tiempo perdido de Marcel Proust es Ciencia y civilización en China de Needham:

«El único sucesor de Proust es Joseph Needham. À la recherche du temps perdu y Science and civilization in China representan dos vuelos prodigiosamente fundamentados y controlados del intelecto recreativo. Exhiben lo que denominaba Coleridge «fuerzas esemplásticas», esa múltiple coherencia en el diseño que construye una gran morada de lenguaje para que la habiten la memoria y la conjetura. La China de la apasionada reconstitución de Needham – tan plasmada hacia adentro antes de que él fuera en búsqueda de su verdad material – es un lugar tan intrincado, tan iluminado por los sueños como el camino de Combray. El relato de Needham, es un ensayo «provisional», sobre las malas interpretaciones. Sobre el descubrimiento final de la verdadera simetría hexagonal de los cristales de nieve tiene el mismo sabor exacto de ofrenda multiforme a la contemplación por parte del narrador que tienen los campanarios de Martinville. Ambas obras son una extensa danza de la mente.» (En el castillo de Barbazul) [28].

A modo de conclusión

Una idea aportada al avance del conocimiento es suficiente para un reconocimiento perenne. Tal el caso de Newton, en la ciencia de la física, con su idea de la gravitación universal que lo inmortalizó; el resto de su producción intelectual fue una locura. O Einstein con las ideas de la relatividad y el efecto fotoeléctrico; lo demás serán esfuerzos fallidos. Marx, en las ciencias sociales, a pesar de los malentendidos de sus convicciones sobre la civilización China, de Bolívar o de la creencia en una ciencia del socialismo científico, será recordado por sus importantes contribuciones teóricas a la ciencia de la historia – su periodización de los modos de producción, por ejemplo, y en especial en la historia económica – su análisis del nacimiento y desarrollo del capitalismo no ha sido superado.

Concluida la guerra del opio, China se hundió en la confusión y el caos. «Se trataba de un país senil, sumergido en la confusión y la agitación a causa tanto del pasado más inmediato como del presente y marcado por la derrota ante Occidente y las tensiones internas», escribe el historiador británico Nigel Cameron en la introducción al libro de fotografías Rostros de China (1860-1912) [29].

Una crisis que se acentuó en la primera mitad del siglo XIX. El eminente paleontólogo jesuita Teilhard de Chardin – por sus investigaciones conoció bien la China rural en la década de los 40 del siglo pasado, comentaba en una de sus cartas: «En los desorganizados campos reina una indecible miseria. Y, por debajo de todo ello, el frío» [30]. Como tantas veces en esas tierras, de nuevo los goznes de la historia giraron de manera dramática al finalizar la guerra civil en 1949 y clarividentes fueron las palabras de Mao en el discurso inaugural de la I Sesión Plenaria de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino: «Nuestra nación no será más una nación humillada. Nos hemos puesto de pie. [31

Luis Alberto ARENAS, Carlos Marx y la civilización china, Observatorio de Política China, 16/09/2023.

Leer también:
Le mode de production asiatique (Artículos, Revistas y Libros), Monde en Question.
Karl MARX & Friedrich ENGELS (Artículos, Revistas y Libros), Monde en Question.
Dossier Économie Chine (avec liens partagés), Monde en Question.
Revue de presse Économie Chine, Chine en Question.
Revista de prensa, Mundo en Cuestión.


Notas


[1] Red internet, portal Marx Engels Archive, Karl Marx in New York Daily Tribune, Articles on China 1853-1860.
Este diario era el de mayor tiraje de habla inglesa y Marx publicaba dos columnas por semana y luego una. En total publicó 487 artículos. La traducción de las citas y títulos de los artículos son del autor de este ensayo.
Mundo en Cuestión: Karl MARX, Friedrich ENGELS, Articles on China in New York Daily Tribune, 1853-1860 [Textos en línea].

[2] Por ejemplo, Engels, Persia-China, 22 de mayo de 1857. Engels se encargaba de los artículos de contenido militar.
Mundo en Cuestión: Friedrich ENGELS, Persia-China, May 22, 1857 [Texto en línea].

[3] Bolívar y Aponte, The New American Cyclopedia: A Popular Dictionary of General Knowledge, TIII, enero de 1858.
Fue una enciclopedia estadunidense, publicación distinta al Daily Tribune, editada entre 1858 y 1863 y de cuya junta irectiva formaba parte Marx. Para Engels fue ”un trabajo puramente comercial […] que puede permanecer sepultado sin prejuicio.” (Carta a Hermann Schlüter, 29 de enero de 1891)
Mundo en Cuestión: Friedrich ENGELS, Engels to Schlüter, January 29, 1891 [Texto en línea].
En este escrito – perteneciente a un conjunto de esbozos biográficos, Marx calificó a Bolívar de traidor, al entregar encadenado a los españoles a Miranda – su jefe; de cobarde, al abandonar las tropas bajo su mando en varias oportunidades. En suma, un militar mediocre, autor de proclamas altisonantes, cuyo éxito y gloria fueron obra del azar y la fortuna.
En un artículo para el Daily Tribune apoyó la guerra de EEUU contra México y la anexión de California.
Mundo en Cuestión: Karl MARX, Friedrich ENGELS, La guerra civil en los Estados Unidos [antología], 1861-1865 [Texto en línea].

[4] Jack Beeching, La guerra del opio, traducción de Álvaro Castillo, Plaza & Janes Editores, Barcelona, 1976.
La historiografía convencional refiere dos guerras del opio: la 1ª. de 1839 a 1842 y la 2ª. de 1856 a 1860, pero para el historiador inglés Beeching sólo son dos fases de una misma contienda.
Mundo en Cuestión: Jack BEECHING, The Chinese Opium Wars, 1975 [Texto en línea].

[5] Sobre la elaboración del concepto de eurocentrismo puede consultarse en Damián Pachón, El eurocentrismo, Oriente y el poder chino, “El Espectador”, 5 de julio de 2023.
Mundo en Cuestión: Damián PACHÓN SOTO, El eurocentrismo, Oriente y el poder chino, El Espectador, 05/07/2023 [Texto en línea].

[6] Los barriles estaban construidos de madera con una capacidad de 70 kilogramos cada uno y la moneda de intercambio era la plata.

[7] En la segunda fase de la guerra participaron, además, Francia, Rusia y Estados Unidos. Conviene observar que hoy los Estados Unidos son un país protagonista, como víctima y victimario, de una segunda guerra global relacionada a sustancias alucinógenas: la de la coca. Una vez superada esta negra etapa, para países como Colombia, será útil elaborar cifras similares y compararlas.

[8] Gottfried Wilhelm Leibniz, Novissima Sinica historiam nostri temporis illustratura – China ilustra los últimos acontecimientos de nuestra historia (traducción libre del autor), 1697.
Leibniz, junto con Descartes y Spinoza son considerados las mentes más preclaras que sentaron las bases de la filosofía moderna Occidental. Leibniz mantuvo estrecho contacto con europeos y jesuitas que vivieron en China, permitiéndole acceso a los clásicos literarios y a los textos confucianos en las traducciones de los jesuitas; además, editó los informes de éstos sobre China.
Mundo en Cuestión: Gottfried Wilhelm LEIBNIZ, Writings on China, 1697 [Texto en línea].

[9] Voltaire (1694/1778), Diccionario filosófico, edición y prólogo de Luis Martínez, traducción de José Aren Fernández y Luis Martínez Drake, Editorial Akal, Madrid, 1985.
Este diccionario tiene dos entradas llamadas “Catecismo chino” (pp. 111/185) y “Sobre la China” (pp. 152/155). En la traducción de la cita, p. 155, se introduce una pequeña modificación en aras de mayor claridad.
Mundo en Cuestión: VOLTAIRE, Diccionario filosófico, 1765 [Texto en línea].

[10] Johann W. von Goethe, 1827. Citado en China-Retrato de un país por 88 fotógrafos chinos, Liu Heung Shing – Editor, traducción al castellano de Anna Asperó M, Editorial Taschen, Barcelona, c. 2011; p. 246.
Mundo en Cuestión leer también: Adrian HSIA, Fritz THYSSEN STIFTUNG, Günther DEBON,Goethe und China, China und Goethe – Bericht des Heidelberger Symposions, 1985.
Mundo en Cuestión leer también: LIU Heung Shing, Photography of China [Texto en línea].

[11] Luis A. Arenas, La moderna República Popular China, Bogotá, 2019; pp. 141/142.
Mundo en Cuestión leer también: Luis A. ARENAS VEGA, La confrontación EEUU-China y la situación internacional, Rebelión, 17/04/2020 [Texto en línea].

[12] Roxane Witke, La camarada Chiang Ching, p. 359, nota 8; a su vez tomado de Nikita S. Kruschev, Recuerdos de Kruschev, Boston, 1960, p. 466.
Mundo en Cuestión: Roxane WITKE, Comrade Chiang Chʻing, 1977 [Texto en línea].

[13] Esta definición aparece en Damián Pachón, op. cit. A su vez, sobre la expresión “modo de producción asiático” se han propuesto otros sustitutos como despotismo oriental, despotismo hidráulico, despotismo comunal, modo de producción tributario, etc., lo que hace patente la falta de consenso entre quienes se han ocupado de este asunto. La expresión “despotismo oriental” fue empleado ya en la Grecia clásica para referirse al régimen de los asirios.

[14] Carlos Marx, Formaciones económicas precapitalistas, (1857/1858), introducción de Eric J. Hobsbawm, sin nombre del traductor, Siglo XXI Editores, México, 1999. La introducción es más extensa que el texto mismo.
El título con que aparece en el texto es Formas que preceden a la producción capitalista y, entre paréntesis, Acerca del proceso que precede a la formación de la relación de capital o a la acumulación originaria.
Mundo en Cuestión: Karl MARX, Formaciones económicas precapitalistas, 1857-1858 [Texto en línea].
La referencia a El capital, en edición del Fondo de Cultura Económica, México, 2001; t. I, p. 269.
Mundo en Cuestión: Karl MARX, El capital [Texto en línea].

[15] Carlos Marx, Contribución a la crítica de la economía política, nota preliminar de Maurice Dobb, editorial Comares, Granada, España, 2004.
Mundo en Cuestión: Karl MARX, Contribución a la crítica de la economía política, 1859 [Texto en línea].
Apéndice: Carlos Marx, Prólogo a Contribución a la crítica de la economía política. Cita en Prefacio, p. XXXII. Roger Bartra propone el siguiente esquema:
1) Formación primitiva (horda nómada, comunidad agraria primitiva, modo de producción asiático, modo de producción antiguo, y forma germánica);
2) Formación secundaria (modo de producción
esclavista y modo de producción feudal)
3) Formación capitalista. (Marxismo y sociedades antiguas, pp. 16/17).
Mundo en Cuestión: Karl MARX, Escritos sobre la comunidad ancestral [antología] [Texto en línea].

[16] Eric Hobsbawm, p. 11.

[17] Étienne Balibar, Acerca de los conceptos fundamentales del materialismo histórico I) De la periodización a los modos de producción, en Louis Althusser y Étienne Balibar, Para leer El capital, traducción Marta Harnecker, Siglo XXI Editores, México, 1969, p. 228.
Mundo en Cuestión: Étienne BALIBAR, Cinq études du matérialisme historique 1974 [Texto en línea].
Mundo en Cuestión: Louis ALTHUSSER y al., Para leer El capital, 1964-1965 [Texto en línea].

[18] Carlos Marx, Contribución a la crítica de la economía política, Prefacio, p. XXXI.
Mundo en Cuestión: Karl MARX, Contribución a la crítica de la economía política, 1859 [Texto en línea].

[19] Eric Hobsbawm, p. 10.

[20] Véase:
– Maurice Godelier, La noción de modo de producción asiático y los esquemas marxistas de evolución de las sociedades (1964), traducción de Alberto Méndez en Sobre el modo de producción asiático, pp. 13/64, Ediciones Martínez Roca,1977.
Mundo en Cuestión: Maurice GODELIER, Sobre el modo de producción asiático, 1972 [Texto en línea].
El modo de producción asiático – Antología de textos sobre problemas de la historia de los países coloniales, Roger Bartra compilador y traductor, Ediciones Era, México, 1969.
Contiene 22 ensayos de otros tantos autores. La primera parte de Roger Bartra, titulada Marx y Engels sobre el modo de producción asiático, transcribe una antología de 36 citas de Marx y Engels relacionadas, según el autor, con el modo de producción asiático, pp. 46/70. En el prólogo señala: «El análisis de la importancia y el papel que representaron el materialismo francés, la economía política inglesa y la filosofía hegeliana en la formación del concepto marxista modo de producción asiático sería ahora prematuro; hace falta examinar cuidadosamente el desarrollo de dichas corrientes y realizar un balance de los aportes de Marx y Engels», p. 31.
Mundo en Cuestión: Roger BARTRA, El modo de producción asiático – Problemas de la historia de los países coloniales 1969 [Texto en línea].
Los Grundrisse de Karl Marx – Fundamentos de la crítica de la economía política 150 años después, Marcelo Musto-editor, Eric Hobsbawm-prologuista, Universidad Nacional de Colombia & Fondo de Cultura Económica, Bogotá, 2018.
Contiene 34 ensayos de 31 autores. El editor, Marcelo Musto, se refiere a cien años de soledad de estos manuscritos: 1858-1953, año de su publicación completa y definitiva, textos que ni Engels probablemente los hubiese leído, (p. 259).
Para una mejor comprensión de los textos referidos en este ensayo, véase el anexo.
Mundo en Cuestión: Karl MARX, Grundrisse [Texto en línea].

[21] Para los datos más relevantes de estas obras civiles ver Luis A. Arenas, La moderna República Popular China, Bogotá, 2019; pp. 151/157.

[22] Roger Bartra, Marxismo y sociedades antiguas – El modo de producción asiático y el México Prehispánico, Editorial Grijalbo, México, 1975.

[23] Véase “Las ruinas del más grande complejo de templos que el hombre haya construido”, en Luis A. Arenas, La destrucción del saber por el fuego y otros textos, Bogotá, 2021; pp. 433/435

[24] Eric Hobsbawm, p. 50.

[25] Chuang-tzu, Libro de Chuang-tzu (c. -300) en Chuang-tzu – Literato, filósofo y místico taoísta, análisis y traducción de Carmelo Elorduy, S.J., publicado por el “East Asian Pastoral Institute”, Manila, 1967; p. 245.
El maestro Chuang-tzu vivió entre c. -330/-275. Por su parte, Mo-tzu o Mo-ti fue un famoso filósofo que vivió entre los años -480 y -400.
Mundo en Cuestión: TCHOUANG Tseu [Chuang-tzu], Œuvres complètes [Texto en línea].

[26] Luis A. Arenas, La moderna República Popular China, pp. 89/90.

[27a] Joseph Needham, Dentro de los cuatro mares – El diálogo entre Oriente y Occidente, traducción de Pilar López Máñez, Siglo XXI Editores, Madrid, 1975; pp. 48/49.
Mundo en Cuestión: Joseph NEEDHAM, Within the Four Seas – The Dialogue of East and West, 1969 [Texto en línea].

[27b] Mundo en Cuestión: Joseph NEEDHAM, Science and Civilisation in China (27 vol), 1954-2004 [Textos en línea].

[28] Mundo en Cuestión: Marshall McLUHAN dice «Coleridge llamó la imaginación “esemplástica” o unificadora» in La galaxia Gutenberg, 1962 p.155 [Texto en línea].
George Steiner, En el castillo de Barbazul, traducción de Hernando Valencia Goelkel, Ediciones Guadarrama, Madrid, 1977; pp. 112/113.
Mundo en Cuestión: George STEINER, En el castillo de Barba azul – Aproximación a un nuevo concepto de cultura, 1991 [Texto en línea].

[29] Face of China 1860-1912, introducción de Nigel Cameron, historiador británico, citado en China – Retrato de un país por 88 fotógrafos chinos, op. cit., p. 10.

[30] Pierre Teilhard de Chardin, Nouvelles lettres de voyage (1939-1955), Editions Bernard Grasset, Paris, 1957. Carta a su prima fechada el 25 de enero de 1940 en Pekín, p. 34.
Mundo en Cuestión: Pierre TEILHARD de CHARDIN, Lettres de voyage (1923-1955) [Texto en línea].
Mundo en Cuestión: Pierre TEILHARD de CHARDIN, Letters from a Traveller [Texto en línea].

[31] Discurso de apertura de la I Sesión Plenaria de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, Pekín, 21 de septiembre de 1949, Obras escogidas de Mao Tsetung, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín, 1977; t. V, p. 13.
Esta Conferencia Consultiva asumió poderes y funciones constitucionales y creó la República Popular China que fue solemnemente proclamada el siguiente 1 de octubre.
Mundo en Cuestión: MAO Zedong, Obras escogidas de Mao Zedong (5 vol.), 1976 [Textos en línea].

Anexo

Crítica de la economía política, escritos de Marx entre 1857/1859

– Introducción a Una contribución a la crítica de la economía política (1857).
Manuscrito perteneciente a los llamados Cuadernos. Publicado en 1932. Se han encontrado alrededor de 200 cuadernos,que son textos manuscritos inconclusos o borradores y extractos de libros leídos. Están escritos en nueve idiomas.
Formaciones económicas pre-capitalistas (1857).
Manuscrito, que aparecerá más tarde refundido en el libro Una contribución a la crítica de la economía política (1859). Publicado por primera vez en 1932.
Lineamientos fundamentales para la crítica de la economía política (Borrador) 1857-1858.
Primer borrador. Conocido, en castellano y en otros idiomas, bajo el título de Grundrisse. Publicado por primera vez en Moscú (1939), en alemán. Karl Kautsky publicó en 1903 la Introducción de este borrador.
Marx escribió este largo manuscrito como parte de la preparación de lo que llegarían a ser Contribución a la crítica de la economía política, publicado en 1859, y El capital (publicado en 1867, vol. I. Los otros dos volúmenes aparecieron póstumamente en 1885 y 1894, editados por Engels.)
Segundo borrador de la “Crítica de la economía política” 1858).
El título exacto sería Segundo borrador de la “Crítica de la economía política”.
Contribución a la crítica de la economía política (1859).
Libro. Contienen los famosos Prefacio y Prólogo, éste va al final del texto.

Sobre el autor

Ing. Electrónico (1970), U. Distrital, Bogotá. Magister en Ingeniería Eléctrica, U. de Chile. Fue funcionario del Departamento Nacional de Planeación y de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones de Colombia; profesor y rector universitario; consultor en informática y telecomunicaciones. Autor de varios libros.

Informe 2022 China


 

Como cada año, se hace la entrega del informe anual sobre la República Popular China. El informe de 2022 se ha construido a modo de guía, para que permita a la persona lectora rescatar los momentos más importantes de la vida política, económica y social de China durante dicho año.

En este año, China vivió una serie de momentos importantes como la transición al tercer mandato de Xi Jinping, los rezagos económicos y sociales de la política cero COVID, manifestaciones y la mayor contracción de la economía vista en décadas.

Todo esto insertado en el turbulento 2022, en donde la continuidad del conflicto en Ucrania, la crisis de suministro, la tensión con Estados Unidos y el Estrecho de Taiwán han sido temas que añaden complejidad.

De igual manera, agradecer el trabajo de practicantes, quienes apoyaron en la documentación de este informe. En esta edición reconocer a María José Avilez Torres y Edgardo Rafael Magaña Ruíz.

Raquel León de la Rosa, directora.

Observatorio de Política China

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Archivos (Artículos, Revistas, Libros y Películas), Mundo en Cuestión.
Revista de prensa, Mundo en Cuestión.

China y México: una relación multifacética y contextual


 

Con motivo de un aniversario más del establecimiento de relaciones diplomáticas entre México y China. Se comparte la introducción de un artículo publicado durante el tercer trimestre de 2022 a través de la Red China y América Latina: Enfoques Multidisciplinarios (REDCAEM).

Introducción

En América Latina uno de los actores con mayor particularidad con respecto a China es México, esto debido a cómo la geografía determina su inserción en la dinámica de la propia región y en la escena internacional, en donde un factor clave es compartir frontera con Estados Unidos. No obstante, esto no ha limitado su vínculo con China, aunque no se visibiliza tan intenso como con otros países de la región como: Brasil, Chile, Argentina o Perú.

Actualmente, China es el segundo socio comercial de México y primero de la región de Asia Pacífico. Desde principios del siglo XXI, la tendencia de intercambio comercial ha ido al alza, con excepción de 2020, en donde para el 2021, la relación comercial alcanzó los 110,278.30 millones de dólares, reafirmando la relación deficitaria con dicho país (Embajada de México en China, 2022).

Ante esto, la presente investigación parte de una revisión histórica en motivo del cincuenta aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas. La propuesta de esta revisión se basa en identificar la evolución de esta relación bilateral a partir de cómo cada uno de estos Estados ha construido y apropiado ideas o conceptos institucionalizados que influyen en la visión de Estado, y, por ende, en la forma en cómo se vinculan con el exterior. Aunado a esto, se rescata el contexto internacional, como otro aspecto determinante en la relación.

A partir de lo anterior, se proponen cuatro fases/periodos en la relación en donde se identifican cuatro motores respectivamente. Cada uno de estos motores permiten la visibilidad de protagonismo de distintos grupos de interés desde México, según sea la conjugación de los factores ya mencionados. En este sentido, la relación inserta a distintos grupos de interés:

  • Poder ejecutivo y ministerios
  • Actores empresariales
  • Asociaciones civiles: diáspora, redes y academia
  • Actores políticos no derivados del ejecutivo: poder legislativo, gobiernos locales y partidos políticos.

Por lo tanto, la metodología para este análisis se basa en la siguiente fórmula:

Institucionalización+ contexto internacional = motor + grupo de interés

Esta fórmula permite identificar cuatro fases/periodos en la relación:

  • 1972- 2000: basada en el nacionalismo.
  • 2000- 2012: determinada por la globalización y la percepción del neoliberalismo.
  • 2012-2018: relanzamiento desde el vínculo partidista.
  • 2018- actualidad: reinterpretación del nacionalismo.

A lo largo de este documento, se revisarán cada uno de estos momentos, a fin de aplicar la fórmula propuesta para su análisis. Esto para señalar una serie de conclusiones sobre esta relación de medio siglo.

Leer todo el texto: Observatorio de Política China.

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Archivo Política (Artículos, Revistas y Libros), Mundo en Cuestión.
Archivo Economía (Artículos, Revistas y Libros), Mundo en Cuestión.
Revista de prensa, Mundo en Cuestión.

Los negocios y su dimensión espacial


 

Todos los registros de los negocios que recopiló Jerónimo Figueroa Doménech para su directorio comercial publicado en 1899 son la materia prima de este libro electrónico.

A la luz de los sistemas de información geográfica, el contenido de esta publicación es una nueva mirada sobre la estructura productiva urbana a finales del siglo XIX y brinda libre acceso a los datos de 5 185 registros de comercios establecidos en la ciudad de México en 1899.

Complementa la información con cuadros, gráficos, mapas y anuncios comerciales y una presentación sobre el contexto de la expansión comercial en México. Asimismo, el texto es una propuesta para usar y resignificar las guías de viajeros y de comerciantes como base para la elaboración y análisis de la cartografía y la historia.

María Dolores LORENZO, Tania CHÁVEZ, Leonor LUDLOW, Los negocios y su dimensión espacial, UNAM, 2021 [Texto en línea].

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Archivo Economía (Artículos, Revistas y Libros), Mundo en Cuestión.
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Revista de prensa, Mundo en Cuestión.

Tenemos una “visión claramente sesgada de China”


 

Introducción

Escribir un libro que trate de China no es tarea fácil. Para entenderla hay que liberarse de los prejuicios, lo que no es nada sencillo. La obsesión de los medios occidentales por oscurecer la imagen del país ha acabado penetrando en las cabezas más abiertas y conformado una suerte de nebulosa mental que impide ver sus impresionantes avances en las últimas décadas.

Una evolución que ha beneficiado enormemente no solo a sus 1.400 millones de habitantes (la quinta parte de la población mundial) sino que también ha tenido efectos positivos en el resto del planeta. Y podría seguir teniéndolos si fuésemos capaces de configurar un nuevo orden mundial multipolar en el que la humanidad se centre de una vez en las cosas que realmente importan: la pobreza, la injusticia, el cambio climático, el desarrollo equitativo o la paz.

Llegué a China después de haber pasado décadas cubriendo como periodista guerras, conflictos y países en situaciones generalmente complicadas. Intenté aproximarme al país, como a cualquier otro, con la mente abierta y libre de prejuicios. No hay nada peor para un periodista que dejar que las ideologías y las ideas preconcebidas empañen la percepción de una cultura distinta.

La mayor dificultad a la hora de juzgar a China desde Occidente está en el enfoque y la aplicación de nuestros propios valores a una civilización completamente diferente. Pensamos que nuestra forma de ver la convivencia humana no solo es la correcta, sino que debe ser universalmente aceptada y adoptada por todas las culturas del planeta.

Como decía el gran bioquímico y sinólogo británico Joseph Needham, China supuso para él confrontarse con algo totalmente distinto a la tradición occidental en la que había nacido y crecido. Ofrecía una alternativa, otra manera de mirar la realidad, unas prácticas sociales distintas y una actitud hacia el mundo radicalmente diferente.

En lugar de intentar enriquecernos con lo bueno que podamos sacar de esa perspectiva, nos obcecamos en aplicar a China nuestros esquemas mentales, blancos y negros, dicotomías y proyecciones.

El sistema chino no es en absoluto perfecto y tiene multitud de aspectos negativos, por supuesto, pero también muchos otros positivos, de los que podemos aprender, como ellos lo hacen constantemente de otras culturas con su ancestral espíritu práctico.

¿No era la diversidad y la pluralidad de concepciones uno de los valores centrales de Occidente?. ¿O solo puede serlo mientras no cuestione nuestra forma de ver el mundo?

Su gobierno no tiene una legitimidad concedida por las urnas, pero sí por el apoyo de la inmensa mayoría de sus ciudadanos, como reflejan una y otra vez todas las encuestas de opinión occidentales. El sondeo elaborado en Europa o EEUU que menos apoyo refleja al gobierno chino por parte de sus ciudadanos lo cifra en un 85%.

La legitimidad derivada de las elecciones tampoco es una tradición de larga data en Occidente. El sufragio universal es reciente. Se podría decir que la administración de EEUU solo se convirtió en legitimada desde 1965, cuando se permitió votar a los afroamericanos o que la Unión Europea no está legitimada porque sus representantes no son elegidos directamente por los ciudadanos.

El sentido de la legitimidad chino es diferente. Se apoya en los resultados de la acción de gobierno, el respaldo popular y en el perfeccionamiento del sistema de meritocracia administrativa vigente en China desde hace más de 2.000 años. Gran parte de ese tiempo fue más próspera y pacifica que las naciones europeas de entonces.

En los últimos 40 años, ha pasado de ser uno de los países más pobres del planeta a uno de altos ingresos, según los baremos del Banco Mundial. Ha conseguido sacar de la pobreza extrema a 850 millones de personas y erradicarla de su enorme población, algo que sigue siendo un sueño para los países más ricos del mundo, no digamos para los países en desarrollo del sur del planeta.

El 50% de la población menos favorecida de China ha experimentado la más formidable mejora de sus condiciones de vida en los 5.000 años de historia de su civilización.

En 1980 en Pekín los chinos andaban mayoritariamente en bicicletas. No había casi coches, ni rascacielos, ni grandes derechos individuales, nadie viajaba fuera del país. Hoy pueden elegir dónde trabajar, estudiar o vivir, qué ponerse, qué comer, adónde ir. Más de 100 millones de turistas chinos viajan cada año alrededor del mundo y vuelven después a su país.

Pero hay que demonizar a China porque es una “dictadura” pese a que la inmensa mayoría de sus habitantes piensa que vive en una democracia, según las encuestas internacionales. Y cuando la calidad democrática de los países occidentales deja cada vez más que desear.

No es cualquier dictadura claro. Es una “comunista”. Si fuese una de derechas en la que las élites económicas controlasen el poder y los pobres viviesen en la indigencia sería considerado seguramente un país fabuloso y un estrecho aliado, como Arabia Saudí.

Cuando se denigra a China con el solo argumento de que no tiene un modelo igual que el nuestro, se ataca a 1.400 millones de personas, que han conseguido con tremendo esfuerzo dejar la pobreza atrás y alcanzar una vida mucho mejor.

Están embarcados en un sueño colectivo del común que es el suyo y no tenemos ningún derecho a arrebatárselo. Soñemos nosotros con una democracia más justa, participativa, tolerante y abierta pero dejemos al resto de la humanidad experimentar diferentes caminos.

Los tiempos en que Occidente tenía que decirle al mundo como debía comportarse han quedado atrás. Asumámoslo, no somos los mejores en todo, ni los únicos en posesión de la verdad, ni tenemos que inventarnos enemigos donde no los hay solo para complacer a un centro imperial en decadencia cada vez más peligroso.

El mundo liderado por Occidente desde hace 200 años ha supuesto avances en muchos aspectos pero no ha conseguido resolver las grandes injusticias y desigualdades, sino que las ha agravado en buena medida.

Nos ha puesto además al borde de un precipicio climático que puede acabar con todos nosotros y con nuestro planeta.

En lugar de ocuparnos de esas cuestiones centrales para la supervivencia, hemos reforzado la carrera armamentista y nos hemos embarcado en una guerra en la misma Europa con otra cultura diferente pero más cercana como la rusa, con la que no hemos sido capaces de organizar una convivencia pacífica.

Todo indica que se trata de un preámbulo de un conflicto de mucho mayor alcance con China. Esa parece ser la única vía que le queda a Estados Unidos para frenar su declive, tras intentar contener el ascenso del país asiático por todos los medios posibles.

En contra de la tendencia globalizadora, ha puesto en marcha una guerra comercial pocas veces vista en la historia. En contra de las prácticas de libre competencia, ha atacado, prohibido e incluido en listas negras a las empresas tecnológicas chinas. En contra del derecho a una información veraz, ha emprendido una abierta campaña mediática de desprestigio contra el país sin reparar en descaradas fabulaciones como la del “genocidio” en la región de Xinjiang.

Europa le ha seguido casi a pies juntillas y, pese a que sus intereses y su relación con China son bien diferentes, no hay muchos visos de que podamos esperar una postura autónoma europea en el futuro.

El simple hecho de que no veamos a China como un brillante ejemplo de lo que la humanidad puede conseguir a través del desarrollo pacífico y la planificación a largo plazo muestra cuánta propaganda mediática hemos recibido durante años.

En los últimos 43 años, China ha pasado de ser uno de los países más pobres del mundo a convertirse en la segunda potencia económica, una transformación inédita en tan breve espacio de tiempo. Y lo ha hecho sin disparar un solo tiro fuera de sus fronteras.

En ese ascenso pacífico, ha contribuido largamente al crecimiento mundial y al de sus vecinos, ha acogido las fábricas que nosotros no queríamos, en las que sus gentes trabajan duro largas horas para elaborar los productos que consumimos.

Y ahora pretendemos hacer creer a todo el mundo que representan una amenaza, cuando los chinos no tienen ninguna intención de imponerse a nadie, sino de centrarse en ellos mismos y continuar mejorando su bienestar.

Imagínense ser uno de los cientos de millones de chinos que, con mucho esfuerzo, acaban de escapar de 200 años de extrema pobreza, creada en gran medida por la dominación occidental, y leer titulares como este de Foreign Policy: “América solo ganará si China cae”.

Es decir, que para que “gane” América, aunque no sepamos bien qué significa “ganar”, China debe derrumbarse, entrar en una espiral de caos y violencia, renunciar a todo lo conseguido y volver a la pobreza.

Ya va siendo hora de que dejemos de pensar en las relaciones internacionales como un continúo combate entre ganadores y perdedores. Y de creer que siempre deben basarse en el deseo de unos países de colonizar, conquistar o dominar a otros.

No es más que una proyección de las actitudes que conocemos por experiencia en los dos siglos de historia comandada por Occidente, o más bien por las potencias anglosajonas, el Reino Unido primero y Estados Unidos después. Quizás ha llegado el momento de aprender de otras formas en las que relacionarse o al menos darles una oportunidad.

Estados Unidos se niega a aceptar el hecho inevitable de que dejará de ser la primera potencia mundial y pretende abocar al planeta a una nueva disputa de guerra fría, insostenible en un mundo global e interconectado.

Y la alternativa no es “perder” como nos quieren hacer ver, sino simplemente admitir que para vivir en armonía en el planeta no puede uno hacer siempre lo que se le antoje, dedicarse a arreglar su propia casa en lugar de destruir la de los demás y afrontar en actitud cooperativa los graves problemas globales.

Aceptar un mundo multipolar en el que todos, incluso ellos mismos, puedan vivir mucho más tranquilos, comerciando con todo el planeta y dedicando sus energías y recursos a mejorar la vida de su población en lugar de al enriquecimiento de unos pocos. Intercambiando bienes, conocimiento y cultura, en lugar de armas y bombas. Dejar de promover guerras y colaborar en la recuperación de los valores más genuinos de la humanidad.

Eso es lo que quiere China. Y sería un error histórico colosal no permitírselo. Un error de consecuencias impredecibles.

Mientras Occidente vive su decadencia, China está viviendo su renacimiento, un periodo lleno de cambios, energía y expectativas.

Hay infinidad de cosas que se pueden escribir sobre la transformación que viven estas tierras, que más que un país conforman un diverso continente habitado por 56 grupos étnicos en 32 provincias y regiones, muy diferentes unas de otras.

El antiguo reino del centro se puede abordar desde un enfoque personal, económico, político, social, cultural, filosófico, lingüístico o desde el de su fascinante poesía, que define como ninguna otra cosa al país y al modo de ser de sus gentes.

Aquí me he centrado en tratar, de la forma más documentada posible, aspectos que considero decisivos en este momento para China y para el mundo: la erradicación de tres cuartos de la pobreza extrema del planeta, la lucha contra las desigualdades, la transformación ecológica, el pragmatismo chino y cómo el resto del planeta podría seguir aprendiendo de todo ello en su beneficio.

Son cuestiones poco conocidas, de las que prácticamente no se informa porque no interesa a la narrativa dominante, que pretende convertirle en una amenaza a la que hay que plantar cara.

También he intentado analizar cómo ese marco determina las noticias que nos llegan sobre China y que nos pintan un país que no se corresponde en absoluto con la realidad. Una visión claramente sesgada, impuesta por los poderes políticos, económicos y mediáticos occidentales, que vulnera el derecho a recibir información veraz de los ciudadanos

Javier GARCÍA, China, amenaza o esperanza – La realidad de una revolución pragmática, Akal, 2022 [Compartido en línea].

Leer también:
Archivos (Artículos, Revistas, Libros y Películas), Mundo en Cuestión.
Revista de prensa, Mundo en Cuestión.

La gran mutación


 

El socialismo real es conocido. El capitalismo real del siglo XXI es global y desconocido.

La teoría económica dominante desde los años setenta del siglo pasado ha servido para concentrar el ingreso mundial de forma acelerada y ha encauzado a la humanidad hacia la peor crisis económica de la historia, en medio de otras crisis tan graves como la ambiental, la financiera, la demográfica y la del empleo. Sin embargo, esta teoría económica mantiene su dominio.

¿Por qué? ¿Cómo? Doscientos años después de que surgiera la verdad revelada, en la Edad de la Razón, la humanidad se enfrenta al mercado como lo inexorable. Si Dios era el portador de la verdad, y del conocimiento irrelevante, hoy día el mercado es Dios, un dios que ha sometido la razón y la política con el soporte neoconservador, más próximo al fascismo que al estalinismo. En este texto, intentamos analizar esta gran mutación.

UGARTECHE, La gran mutación – El capitalismo real del siglo XXI, UNAM, 2013 [Texto en línea].

Los límites al crecimiento económico de México


 

Los límites al crecimiento económico de México representa un esfuerzo por encontrar las diferentes razones que han llevado al estancamiento de la economía mexicana a lo largo de casi 30 años. Estas razones no son únicas y, además, se encuentran interrelacionadas y se retroalimentan.

El texto expone la crónica del fracaso del modelo económico de apertura y liberalización, planteando a su vez una propuesta por cambiar un «consenso» que ni siquiera en Washington existe. Con la apertura comercial y la firma del TLCAN se le prometió a la sociedad mexicana que el país pronto entraría al primer mundo. En numerosas ocasiones también se le aseguró que cuando se eliminaran los obstáculos remanentes que obstruían el funcionamiento del mercado, se recobraría la senda del crecimiento acelerado y habría prosperidad para todos. Y esto nunca ocurrió.

Ahora, la sociedad ya no cree ni escucha el discurso de las bondades del mercado. Ya no confiamos en tales promesas puesto que hemos sido burlados varias veces. Frente a tal panorama, esta lectura propone un intento por cambiar la fe ciega en el mercado; a su vez constituye un llamado a una mayor intervención del Estado para lograr lo que antes se conocía como una economía mixta, en el contexto moderno de un mundo globalizado y competitivo.

José Antonio ROMERO TELLAECHE, Los límites al crecimiento económico de México, UNAM, 2014 [Texto en línea].

Leer también:
Archivo Economía (Artículos, Revistas y Libros con enlaces), Mundo en Cuestión.
Revista de prensa, Mundo en Cuestión.

La estrategia económica del imperio estadounidense


Seguir la actualidad, correr tras el viento.
Pensar la actualidad, caminar a contracorriente.

 

Este estudio altamente respetado de la diplomacia financiera estadounidense explora las fallas inherentes en el corazón del Banco Mundial y el FMI cuando fueron creados. Los detalles forenses revelan cómo se han esculpido las funciones económicas esenciales del mundo para preservar la hegemonía financiera estadounidense. Difícilmente detectables en ese momento, estos problemas se han vuelto explícitos a medida que se manifiesta el fracaso del orden económico internacional; el FMI y el Banco Mundial fueron creados para ayudar a los países en desarrollo, pero en cambio, muchos de los países más pobres del mundo se hundieron en crisis de deuda insuperables.

El libro se hizo famoso por detallar cómo la eliminación del patrón oro dejó a los bancos centrales del mundo con un solo vehículo alternativo: mantener sus reservas internacionales en valores del Tesoro de los Estados Unidos. El resultado fue un flujo circular de autofinanciamiento del gasto militar de EE. UU. y la adquisición de inversiones de economías extranjeras. A medida que crecía el déficit de la balanza de pagos de EE. UU., más dólares acababan en manos de los bancos centrales y los fondos soberanos. Maquiavelo no podría haberlo planeado mejor. Al participar en este flujo circular, las naciones en efecto estaban financiando su propio cerco económico y militar.

La crítica de Hudson al curso destructivo del sistema económico internacional brinda una perspectiva importante sobre las verdaderas motivaciones en el corazón de estas instituciones y la creciente ola de oposición que enfrentan en todo el mundo.

Michael HUDSON, Super Imperialism – The Origin and Fundamentals of U.S. World Dominance, Pluto Press, 2003 [Texto en línea].

Leer también:
Artículos Michael HUDSON, Sitio ENSitio ES.
Archivo Economía (Artículos, Revistas y Libros con enlaces), Mundo en Cuestión.
Revista de prensa, Mundo en Cuestión.

Relaciones internationales : México y China


 

¡México ha tenido relaciones económicas con China desde 1972! Se han desarrollado mucho desde la década de 1980 y se han intensificado desde la década de 2000. Estas relaciones se vuelven cada vez más estratégicas para mantener su independencia de la voracidad de los Estados Unidos, particularmente desde la presidencia de Barack Hussein Obama.

Le regalo una bibliografía de los libros publicados por la UNAM:

  • Enrique DUSSEL PETERS, Yolanda TRÁPAGA DELFÍN, China y México – Implicaciones de una nueva relación, UNAM, 1997 nueva edición 2007 [Texto en línea].
  • Enrique DUSSEL PETERS, Luis Miguel GALINDO PALIZA, Eduardo LORÍA, La inversión extranjera directa en México, UNAM, 2007 [Texto en línea].
  • Enrique DUSSEL PETERS (coordinador), Oportunidades en la relación económica y comercial entre China y Méxic, UNAM, 2007 [Texto en línea].
  • Enrique DUSSEL PETERS, Rhys JENKINS, China and Latin America – Economic relations in the twenty-first century, UNAM, 2009 [Texto en línea].
  • Enrique DUSSEL PETERS, Yolanda TRÁPAGA DELFÍN, Hacia un diálogo entre México y China, UNAM, UNAM, 2010 [Texto en línea].
  • Enrique DUSSEL PETERS (coordinador), 40 años de relación entre México y China – Acuerdos, desencuentros y futuro, UNAM, 2012 [Texto en línea].
  • Enrique DUSSEL PETERS (coordinador), América Latina y el Caribe y China – Economía, comercio e inversión, UNAM, 2013 [Texto en línea].
  • Enrique DUSSEL PETERS, Adrián H. HEARN, Harley SHAIKEN, China and the New Triangular Relationships in the Americas, UNAM, 2013 [Texto en línea].
  • Enrique DUSSEL PETERS (coordinador), La inversión extranjera directa de China en América Latina – 10 estudios de caso, UNAM, 2014 [Texto en línea].
  • Enrique DUSSEL PETERS (coordinador), América Latina y el Caribe y China – Economía, comercio e inversión, UNAM, 2015 [Texto en línea].
  • Enrique DUSSEL PETERS (coordinador), La nueva relación comercial entre América Latina y el Caribe-China, UNAM, 2016 [Texto en línea].
  • Enrique DUSSEL PETERS (coordinador), América Latina y el Caribe y China – Economía, comercio e inversión, UNAM, 2017 [Texto en línea].
  • Enrique DUSSEL PETERS, Simón LEVY-DABBAH, Hacia una agenda estratégica entre México y China, UNAM, 2018 [Texto en línea].
  • Enrique DUSSEL PETERS, Cassio LUISELLI FERNÁNDEZ, México y China – Construcción de una relación estratégica, UNAM, 2018 [Texto en línea].

31/01/2022
Serge LEFORT
Ciudadano del Mundo y editor de Mundo en Cuestión

Leer también:
Centro de Estudios China-México, UNAM.
Marcela TERRAZAS y BASANTE, Gerardo GURZA LAVALLE, Paolo RIGUZZI, Patricia de los RÍOS, Las relaciones Mexico Estados Unidos 1756-2010, 2014 [Texto en línea].
Luciana GANDINI, Fernando LOZANO-ASCENCIO, Selene GASPAR OLVERA, El retorno en el nuevo escenario de la migración entre México y Estados Unidos, 2015 [Texto en línea].
Enrique DUSSEL PETERS, The Renegotiation of NAFTA and China, 2018 [Texto en línea].
Adam GRYDEHØJ, Ping SU, China and The Pursuit of Harmony in World Politics – Understanding Chinese International Relations Theory, 2021 [Texte en ligne].
Revista de prensa, Mundo en Cuestión.

Archivos México


Seguir la actualidad, correr tras el viento.
Pensar la actualidad, caminar a contracorriente.

 

Lista de todos los archivos publicados por tema. Cada archivo contiene audio-videos, artículos, revistas y libros con enlaces:

Buena lectura.

08/12/2021
Serge LEFORT
Ciudadano del Mundo y editor de Mundo en Cuestión