Otra fase del movimiento de la resistencia se abre a partir de hoy mientras que millones de mexicanos se preparan a celebrar la fiesta nacional.
Llegó el momento de agradecer calurosamente a todos los que apoyaron, de cerca o de lejos, esta crónica del conflicto postelectoral contra la imposición de Calderón. Agradecemos especialmente al editor de Diario de la Resistencia que publicó críticas de izquierda a pesar de las presiones cada vez más fuertes para censurarlas, y a los compañeros que revisaron con mucha paciencia las traducciones al español.
Muchos amigos se convirtieron en enemigos porque no soportan la pluralidad de las opiniones en el movimiento o no quieren entender que la verdad de los hechos es más importante que el lirismo de los discursos. Ahora bien, no se puede hablar de la democracia y actuar según los viejos métodos del caciquismo que pudren la política en México desde hace siglos.
Es más fácil denigrar a Calderón tratándolo de «chinga su madre», como lo hizo Gerardo Fernández Noroña (portavoz del PRD) el 7 de agosto en un foro, que iniciar un verdadero debate en la base. Atacando verbal y físicamente a todos los que luchan contra las fuerzas reaccionarias, que quieren discutir de las cuestiones de fondo e instaurar normas democráticas auténticas, los caciques del PRD defienden su poder pero no el movimiento de la resistencia. Estos «amigos del pueblo» obran como los enemigos del pueblo. Lo saben bien. Es por eso que expulsan y persiguen a todos los que no piensan y no actúan como ellos.
La lucha política y social contra Calderón será larga y difícil, pues deberá crear sus propias organizaciones, representativas del movimiento a la base e independientes del caciquismo de los partidos y del charrismo sindical. La gran reunión del 16 de septiembre será la ocasión de establecer contactos con los participantes venidos de todos los estados del país. A continuación será necesario construir una coordinación nacional, que reunirá delegados elegidos con un mandato explícito. La tarea es inmensa, pero es la única susceptible de concretar las esperanzas de cambio expresadas por millones de mexicanos el 2 de julio de 2006.
Desde México
Serge LEFORT
15 de septiembre de 2006
Para el Diario de la Resistencia